Lindsay Lohan no gana para sustos. La actriz norteamericana, que saltó a la gama como una de las estrellas de Disney, protagonizó un nuevo escándalo, ahora en Brasil, donde para escapar del acoso de sus fans en una disco en Río de Janeiro se escondió bajo una mesa.
Lohan llegó a Brasil para promocionar la marca de indumentaria femenina John John Denim, que la contrató por un cachet de 100 mil dólaes para que protagonizara una campaña publicitaria que incluía apariciones públicas en eventos organizados por la firma.
La actriz arribó a San Pablo después de ser objeto de fuertes críticas de parte de los productores de la comedia "Anger Management", que encabeza su colega Charlie Sheen. La acusaron de robarse un par de brazaletes que había usado durante el rodaje.
El escándalo en el boliche de San Pablo fue reportado por la cadena de noticias de espectáculos E! que revelo que la joven, nerviosa por el acosos de los fans que acudieron a la disco para verla, intentó escapar y terminó escondiéndose bajo una mesa del DJ. (La Capital)
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