A la Corte Suprema de Justicia llegó una pelea entre las víctimas en justicia y paz del paramilitar Miguel Ángel Mejía alias, y la liquidada pirámide DMG.
La batalla la perdieron las víctimas, porque en el proceso no pudieron demostrar que el predio “Bihar B”, ubicado en el norte de Bogotá, fuera de Mejía Múnera, quien sostuvo ante la Fiscalía que se lo entregaron en pago por una deuda del narcotráfico de un millón de dólares. La Corte encontró fundamentados los argumentos de la liquidadora de DMG, María Mercedes Perry, quien aseguró que ese predio hizo parte de una negociación en el 2008 por 28 mil millones de pesos. Las escrituras de ese predio nunca se hicieron porque el gobierno intervino antes a DMG.
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