Los humanos han llegado a la Luna y están planeando traer muestras de Marte, pero cuando se trata de explorar lo que está debajo de nuestros pies, solo hemos arañado la superficie de nuestro planeta.
Eso puede estar a punto de cambiar con una misión de mil millones de dólares que tiene como objetivo perforar 6 kilómetros debajo del lecho marino hasta alcanzar el manto de la Tierra –una capa de 3,000 kilómetros de espesor ubicada entre la corteza y el núcleo, que constituye la mayor parte del planeta- y traer de vuelta las primeras muestras.
Eso podría ayudar a responder algunas de las preguntas más importantes sobre los orígenes y la evolución de la Tierra.
Los geólogos involucrados en el proyecto ya lo están comparando con las misiones Apolo a la Luna, en términos del valor de las muestras que podría producir.
Sin embargo, para llegar a esas muestras, el equipo internacional de científicos primero debe encontrar una manera de hacerse camino a través de rocas ultra-duras, con tubos de perforación de 10 kilómetros de largo.
Es un desafío técnico que uno de los líderes del proyecto, Damon Teagle, de la Universidad de Southampton, considera como una de las tareas más “difíciles en la historia de las ciencias de la Tierra”.
La tarea será mucho más difícil en medio del océano. Es ahí donde la corteza terrestre es más delgada, con cerca de 6 kilómetros, en comparación con los 60 kilómetros que hay en la tierra.
Los especialistas ya han identificado tres posibles ubicaciones -todas en el Océano Pacífico- donde se formó el fondo del océano, en una propagación relativamente rápida de las dorsales oceánicas, explicó Teagle.
El agujero que se perforará será tan solo de 30 centímetros de ancho, todo el camino desde el fondo del mar hacia el interior del manto – una obra de ingeniería monumental.
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